Buen día para hacer una "playlist" con todas esas canciones que te gustan. Con todas esas canciones que no sabes cómo se llaman, y que te pasas toda la vida buscando, y que un día, por pura casualidad, las encuentras. Y creo que al fin y al cabo, nosotros somos un poquito así. Nos pasamos la vida buscando algo que no sabemos cómo se llama, pero que sin embargo, lo tenemos en la cabeza, y en ocasiones, podemos visualizarlo, y que cuando crees que no vas a encontrarlo, aparece. Y eso es a lo que llamo magia. Y todavía puede ser mejor. Y sí, me refiero a cuando llega esa persona para salvarte cuando todo es un caos. Me refiero a cuando sales a la calle a correr, y cuando vas a parar -porque crees que no puedes más- esa emisora de radio que nunca has puesto, pero que ese día, por suerte o por desgracia tienes sintonizada, te pone esa canción. La canción. Y corres el sprint final. Ahora sí que estás muerto. En el suelo. Y ahora viene la parte en la cual, por pura casualidad, esa persona que llegó para salvarte -y te ha salvado- te da patadas mientras estás en el suelo. Entonces te preguntas que para qué te ha salvado si te ha vuelto a matar. Y con "matar" me refiero a que después de chafarte, se ha ido, y el detalle que más jode es que se ha ido sin ninguna explicación. Ahora te planteas que quizá ha sido culpa de esa puta canción, y que si hubiera durado menos, no te hubieras cansado tanto, y por lo tanto, no habrías acabado en el suelo, y él no te habría chafado, y no se hubiera ido y y y... Pero, lo mejor de todo es que esto no acaba aquí. Esto continúa. Le coges asco a esa canción. Decides no ver más a esa persona. No escucharla más. Ahora es trabajo del tiempo. Y mira si es puta la vida, que cuando pienses que estés bien, que nadie pueda romperte porque ya estas demasiado roto, estarás en el coche y por pura casualidad, no llevarás tu disco favorito de música, y tendrás sintonizada esa emisora de radio que nunca escuchas, y adivina... sí, empezará a sonar esa canción. Y te aseguro que los tres primeros segundos de canción, los tres primeros acordes, son los que más daño te harán. Y no querrás llorar, es más te intentarás autoconvencer de que no te duele y de que no te importa escucharla. Y eso no es todo, también por pura casualidad, mientras suene esa canción, en el siguiente paso de cebra te la encontrarás. Hablo de la persona que te salvó para volver a matarte y se fue. La verás sonriendo con otra persona. Y estarás mucho tiempo jodido. Te pondrás esa canción continuamente, hasta que pase tanto tanto tanto tiempo, que ya no te duela. La podrás escuchar sin llorar. Y cuando estés saliendo de todo ese infierno... ¡Descubrirás otra de esas canciones que no sabes cómo se llaman, pero que un día por pura casualidad, las encuentras! Conocerás a esa persona que prometerá curarte todas las heridas. Que prometerá ordenarte y encajar todos tus trozos. Y tú pensarás, que quizá esta sí sea tu canción. Que sea la melodía de tu vida. Arriesgaras. Y quién sabe.
La vida está hecha de acordes amores y errores.
Aunque llegues siempre tarde, yo siempre estaré esperándote.
sábado, 16 de noviembre de 2013
viernes, 8 de noviembre de 2013
Querido Noviembre.
Vamos a ver Noviembre con qué (y con quién) me sorprendes, aunque he de decir que los últimos meses la frase ha sido un poco diferente: "A ver con qué (y con quién) no me sorprendes." Ya que nada me sorprende, ni las personas. Me he acostumbrado. Y me alegro la verdad. Porque me he disgustado incontables veces con muchas cosas... y personas (que al fin y al cabo son lo mismo actuando como si no tuvieran sentimientos). Al final te acostumbras a toda esa mierda. Te acostumbras a estar así, sin ganas de nada. Y aún no sé cómo me va a soportar alguien cuando ni yo misma soy capaz de aguantarme un día entero. Y qué asco da el mundo últimamente. Fingiendo todos por la calle que son felices y que no tienen problemas. Y es todo mentira. Con lo bonito que es ver a las personas tristes, rotas, con sus cicatrices... ¿Pero qué más da? Estamos perdidos. Estamos perdidos cuando la persona que nos ha roto ya no puede curarnos, ya no puede ordenarnos.
Este mes he dejado entrar a mi vida a personas que en un pasado se fueron... Y cómo me voy a arrepentir en cuestión de días. Después me harán daño otra vez (como siempre. Pero en eso consiste, ¿no?) y meteré en el mismo saco a todas las personas, creyendo que son la misma mierda. Y qué. También tengo derecho a equivocarme. Por lo menos reconozco que soy yo la que intenta alejar a todos de mí. Y tal vez el problema sea yo. Lo reconozco. Pero a veces hay que ser un poco (mucho) egoísta, porque nadie nunca moverá un dedo por ti, y cariño, tienes que ganártelo.
Todos tocamos fondo alguna vez. Y es oscuro, y allí abajo no hay nadie, y da miedo, pero lo jodido es que tampoco hay nadie arriba para sacarte. Pero como dice mi querido Santi Balmes... La vida oscura es así. Qué grande. Y cuánta razón.
Más lágrimas me han caído que hojas al suelo este Otoño. Pero, de verdad no culpo a nadie. Y es algo que quiero que entendáis. Quiero que entendáis que todo esto no es culpa de nadie, ni siquiera culpa mía. No noto ni el sabor amargo del café por las mañanas, será que también me he acostumbrado... Qué triste tener que acostumbrarse a la vida. ¿He dicho alguna vez que me encanta beber café por las mañanas porque me recuerda al color de tus ojos? Me parece la forma más bonita de torturarme. Es algo parecido al infierno. O como al frío sin ti. Como a las noches sin tu voz. O como a la vida sin tu risa.
Querido Noviembre abriendo paso con el frío al desamor.
"Imagina cómo debo sentirme al verte marchar,
y ver que no te das la vuelta
ni siquiera para verme por última vez.
Te veo caminar,
en toda tu perfección,
y me falta voz
o quizá valor,
para poder gritar tu nombre."
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
.jpg)