jueves, 2 de enero de 2014

Entre primavera e invierno.

Aquel día era primavera en sus ojos. Cálidos. Alegres como las flores. Pero preparados para las lluvias de la siguiente estación. El invierno.
Primavera en sus ojos, pero invierno en su corazón. Frío. Cubierto de nieve, o de tela arañas (qué más da). Tela arañas rotas a causa de ráfagas de viento gritando "miedo".
Se acortaban los días.
Se acortaba su vida.
Se cortaba los pies cuando andaba descalzada por el salón. Con los cristales del espejo. Ya estaba bastante rota como para que un puto espejo la rompiera un poco más.
Y a ver si vuelves (si es que has estado alguna vez). He estado escribiendo(te) mucho. Aunque ya sabes que soy más de escribirte con los dedos en la espalda.
Quiero recitarte todos los poemas que he escrito. Sobre el invierno, el frío, sobre nosotros, sobre lo tristes que tengo los ojitos últimamente, de lo bonita que está la calle con las luces de navidad.
Sólo escribo porque pienso que es lo único que puede salvarme ahora que no estás. Y por lo menos, me lo creo un rato.

"A partir de hoy
voy a amarte con silencios, 
provocando ausencias
e inventando distancias;
desde hoy voy a amarte sin poemas, 
con muy pocas acciones
y escasas palabras...
a partir de hoy voy a amarte así, 
como tú me amas."